Capitulo 6 Domingo
En este momento me hierve la sangre como a un volcán
si este tuviera venas claro está, no lo puedo evitar, el tan solo ver a esa
mujer a su lado me hace querer ser perro de verdad y correrla a ladridos y
mordidas ¿Quién demonios se cree? De veras que uno no se puede separar mucho de
novios del tipo de Kaiba o si no una lagartona de piernas largas, vestido cursi
y ojos grandes va y pretende ligar, ¡ja! Como que me llamo Joseph Wheeler que
esa mujer va a tener que largarse mucho por donde vino…
Momento, esto me huele a un ataque de celos… no, no
puede ser, yo n soy celoso, haber Joey, cálmate, recapitulemos:
Esta mañana todo era felicidad, Kaiba me había llamado
el día anterior, hablamos sobre las cosas que pasaron con Tristan y de nuestra
cita de hoy, el me sorprendió diciéndome que a las 10 de la mañana pasaría por
mi y que además no me diría a donde iríamos hasta que estuviéramos ahí. Los
nervios me ganaron e hicieron que me levantara desde muy temprano, de nuevo me
dio el SAE, o mejor conocido por mi mismo como el síndrome de la adolescente
enamorada por sus siglas en español, y me puse como loco a buscar que ponerme,
digo, mi guarda ropa no es precisamente el más amplio, seguramente hasta había
sido visto por Kaiba mas de una vez todo completo, pero que aun así sentí la
imperiosa necesidad de cambiar algo. Y como caído del cielo, más bien cayendo
de la parte de arriba de mi armario y justo sobre mi cabeza, un paquete que me
había mandado mi mamá en uno de mis cumpleaños me dio la luz que necesitaba; no
lo había abierto porque fue en aquellas temporadas donde salvar al mundo de
locos con capas o con magia del antiguo Egipto era más importante que un regalo,
y había olvidado que estaba ahí. Gracias a mi enorme curiosidad es que decidí
abrirlo y ahí encontré lo que necesitaba en esta ocasión; dentro había una
camisa a cuadros aun que más bien parecía a rayas, no muy mi estilo, pero
estaba bien, de color blanco y crema y unos pantalones, aunque azules como
cualquier otros que ya tuviera, estos estaban más a la moda de estos días.
Feliz por lograr lo cometido me bañe y cambie para
esperar por mi engreído novio quien no tardó mucho en llegar a mi hogar en una auto
para mi sorpresa y con un ojo parchado quien me informó que por culpa de su
lesión ¡sería y quien condujera! Que mejor día que ese, ahí iba yo, a quien
sabe donde siguiendo las indicaciones de Kaiba, conduciendo un audi color
blanco mientras lucia mi ropa nueva, me faltaban los lentes, estuve tentado a
quitarle a Kaiba los suyos, pero pues eso es lo que le cubría la identidad esta
vez, claro que le dije que se pusiera una gorra porque, por dios, los lentes no
eran un disfraz muy completo que digamos. Después de que llegamos a quien sabe
dónde, ni siquiera tenía finta de un lugar habitable, parecía una bodega, sin
embargo, con un control, el ricachón abrió una puerta eléctrica de un tamaño
considerable, como para la entrada de camión; estacioné el auto y ambos
desmotamos el vehículo, entramos por una puerta que dio a un pasillo.
-esta entrada casi no la usa nadie…- me dijo, luego
fue hacia otra puerta de donde se asomó al exterior antes de decirme que
pasara, minutos después me vi justo frente a una feria, había mucha gente,
puestos y juegos, al parecer habíamos entrado a kaibalandia por la parte de
atrás, ¡las ventajas de venir con el dueño! Puede sonar absurdo, pero no me
imaginé que me traería a un lugar así, digo, es para niños y somos una “pareja”
en una cita, pero es agradable.
- ¡es kaibalandia!- dije emocionado mientras mi pareja
a un lado se reía de mi ilusión por estar en el lugar.
- se que te gusta este sitio, sería un desperdició ser
el dueño y no traer a mi novio aquí ¿no lo crees?- tiene razón, la próxima vez
le pediré ir a su parque virtual otra vez jeje. Luego de eso él se sacó unas
pulseras de su bolsillo, se puso una y me colocó la mía- con esto podrás entrar
a donde quieras- me respondió mis dudas mentales ¡me voy a volver loco! Mi sueño
dorado desde chiquito siempre fue poder subirme a todos los juegos cuantas
veces quisiera y seto Kaiba lo hizo realidad.
Basta decir que prácticamente lo arrastre corriendo
hacia todos los juegos, la verdad es que perdí la noción de mi mismo, y quien
no, con semejante parque de atracciones esperando por ti. Solo paré al ver que
mi soberbio acompañante parecía agotado, o más bien, adolorido, no quise
decirle nada porque sé que seguro es por la pelea que tuvo con mi amigo antes,
y si lo mencionaba seguro de su boca saldría un “no fue nada, no me hizo ni
cosquillas” y el testarudo seguiría aguantándose con tal de tener el orgullo
intacto, es por eso que le dije que pararíamos a comer algo, además que ya
hacía hambre, tanto ejercicio bucal y físico de correr de juego en juego no es
cualquier cosa. Nos acercamos a un puesto de salchichas donde descubrir la
maravillosa noticia de que mi pulsera valía por la comida también, y entonces
tuve la certeza, en definitiva este no era mi mundo, estaba en una dimensión totalmente
desconocida de la cual no me atrevería salir ni aunque me intentaran echar a
patadas de ella o estaba teniendo uno de esos sueños largos que no te das
cuenta de que solo han sido un maravilloso y descomunal sueño hasta que ves que
de pronto te encuentras en tu cama, sin hot dog, sin parque y sin pulsera. Me
pellizque para cerciorarme, y no, no era un sueño. Después nos comimos el
preciado alimento sentados en una banca hasta que la vi… una perfecta, blanca y
delicada tiendita que ofrecía el más delicioso helado que podrías encontrar en
domino, y estaba ahí, a unos pasos de mi y gratis… ¡era mi día!
- ¡helado!- dije cual niño pequeño- vamos, tienes que
probar uno de esos- me adelante cegado por mi instinto devora nieves dejando al
blanco fácil de mi novio detrás. Sí, todo era felicidad, me atendieron
amablemente y me tocó una porción extra de chispitas de chocolate en mi cono
doble de chocolate brownie, pero cuando me volteé buscando al autor y causante
de que todo estuviera ocurriendo me encontré con una terrible sorpresa: había
un remedo de mujer frente a él, con su vestidito cursi, sus taconcito altos,
sus pestañas rizadas y su cabello ondulado entre sus dedos, exhibiéndosele,
parecían estar intercambiando palabras y por un momento creí que podría ser una
conocida, pero de pronto vi como esta comenzaba a mandarle sonrisas coquetas y
ahí no pude más, ¡que se creía esa mujerzuela! Si, así es como llegué a la
sensación de mis venas arder…
Estaba ahí parada poniéndole sonrisitas tontas,
jugando con su cabello y ¡ah! ¡Tocándolo! Sí, ¡Tocándolo! En su mano traía un pañuelo
de tela, ósea, esos ya ni los usa la gente normal, y comenzó a querer limpiar
algo en la camisa de Kaiba, entonces un algo parecido a los celos… porque no
son celos, yo no soy celoso como ya lo dije antes, bueno, el punto, es que ese
algo se me subió a la cabeza y fui de inmediato hacia donde MI novio estaba.
- ¿qué sucede?- pregunté con mi próxima nominación al
óscar de la sonrisa inocente más fingida del año, ambos me miraron y no pude
evitar pasar mi mano por el brazo de Kaiba, la chica me miró con sorpresa, creo
que entendió el mensaje de que él es MIO, y de que se largara- estas manchado…-
continúe y le limpie lo que esa chica le estaba tardando demasiado intentar
quitar, lo que yo hice en un dos por tres.
- es que choque accidentalmente con la señorita y le
tire su helado, por eso me manché un poco- me respondió, si como no, si eso fue
un accidente yo no soy rubio natural y Kaiba no tiene idea de lo que es el
egocentrismo- me estaba disculpando con ella y…
- no seas así …- le dije en modo tierno mientras la
estupefacta “señorita” ponía una mueca de disgusto, en eso aproveché para tomar
la mano del perfecto chico a mi lado quien no estaba disponible y se lo hice
ver, más a mi favor, Kaiba entrelazó sus dedos con los míos como lo más normal
del mundo- cómprale otro, sería muy descortés no hacerlo.
- no, no es necesario…- dijo hipócritamente.
- no seas tímida- francesita de cuarta- nosotros
estábamos por comer, ¿Por qué no nos acompañas?- y te sigo restregando en la
cara lo que yo tengo y tu no… y que nunca tendrás por cierto.
- no, en serio… no te preocupes, fue mi culpa por
distraída- dijo casi mordiéndose los labios - tengo que buscar a mis amigas…
así que me voy… y gracias por la invitación- inmediatamente de eso salió
disparada hacia la dirección contraria a nosotros.
- que lastima… - si puede haberme divertido viendo su cara
por una rato más. Voltee y Kaiba reía de medio lado, eso solo podía significar
algo, su ego estaba en crecimiento, algo pasaba por su cabeza y sé lo que es,
pero no, no son celos, no estaba celoso, solo estaba protegiendo lo mío.
- se derrite…- me dijo y osó probar mi delicioso
bocadillo- mm… tenías razón, esa muy rico- bueno, me alegra que no haya
mencionado nada acerca del pequeño “incidente”, pero aun porta esa sonrisita.
- ¿Qué? ¿Dudabas de mi buen gusto?- me imagino que la
respuesta es positiva, pero no lo dijo, parece que las únicas respuestas que
tendría sería las curveadas de labios que estaban manifestándose desde hace
rato. Aun tenía su mano entre la mía, así que me tiró de ella y por primera vez
en el comienzo de toda esta loca aventura llamada noviazgo, ambos actuamos como
una pareja, estábamos caminando de la mano por el parque mientras y disfrutaba
de mi postre, y una que otra vez Kaiba robaba un poco de él ganándose protestas
mías por supuesto, ¡si quiere que compartamos saliva entonces que me pida un
beso, pero que no coma de mi helado!
Bueno, tal vez
exagere con eso… un beso, no, creo que no podría aun… como podría… digo, de que
se puede se puede, pero… pero… es Kaiba y yo… y tendríamos que juntar nuestras
bocas y… ¡ha! Claro, si no, no sería un beso, ¡ya deja de pensar Joey! … Oh no…
es ese presentimiento otra vez… ¿será que es hoy? ¿Este es el día en que le de
mi primer beso al pingüino de mi novio? ¡no! No estoy preparado para ello, es
demasiado pronto… bueno, tal vez no, ¿sería demasiado raro si no acepto su
beso? Claro que si, si se supone que yo soy el que quiero hacer todas estas cosas
con él, Yo me confesé y según esa línea de tiempo mucho antes debí de haber
soñado algo similar… algo como…
- Kaiba… yo…- decía yo mientras con el rostro todo sonrojado intentaba
confesarme al amor de mi vida, que aunque me lastimaba con su frío sarcasmo, yo
sabía que el fondo no era tan egocéntrico, engreído y molesto como aparentaba
en la superficie- quiero confesarte que… desde siempre yo…- levanté la mirada
mostrando la determinación de una chica enamorada mostrando un brillo como esos
que salen en la televisión, Kaiba miraba sorprendido la escena- ¡siempre me has
gustado!- terminé la confesión de un grito, esperando burlas hirientes y
palabras que seguro me masacrarían el corazón, tenía mis ojos cubiertos por
lagrimas que amenazaban por correr al momento de la negativa, pero al contrario
de lo que el protagonista de esta historia, ósea yo, pensaba, no escuchó salir
nada de eso de la boca de su amor, si no por el contrario…
- Joey, a mi también… la verdad es que siempre me has gustado- dijo
acercándose a mí y tomándome el rostro para verme a los ojos- pensé que me
odiabas y por eso es que yo fingía que te odiaba, pero en realidad te amo y
siempre te he amado, soy un estúpido, perdóname por todo- después de eso las
lagrimas recorren mis rosadas mejillas, pero lloro de felicidad porque el sueño
de mi vida esta asiéndose realidad; repentinamente las miradas de ambos se
cruzan y la atmosfera cambia, ambos comenzamos a acercarnos el uno al otra
hasta que…
¡Whaaaaaaaaaaaaaa!
¡Eso me dio escalofríos! Pero qué demonios… en estos
momentos me alegro mucho de que todo esto no haya sido así, digo, ¡eso fue de
tan telenovela! ¡Fue peor! Definitivamente nadie hará algo como eso en muchos
años… es más, esas imágenes no se deberían de repetir en mi cabeza o en algún otro
lado nunca mas... haaa… jamás debo dejar volar mi imaginación así, ni hoy ni
nunca… en definitiva Wheeler fue tanta azúcar, desde hoy, comeremos menos
helado…
- ¿Qué te sucede? Estas rojo- me dijo mi acompañante,
y como no iba estarlo después de las imágenes que me pasaron por la cabeza ¡eso
me empalago más que mi postre!
- Nada, nada, se me congeló la cabeza es todo…- sí,
eso debió ser, no hay otra explicación lógica para esa película de recuerdos no
vividos. Y hablando de recuerdos… justo por dónde íbamos pasando vi una de esas
máquinas que hacen fotos instantáneas, la verdad es que siempre quise hacer eso
de tomarme fotos con mi pareja, justo como en los programas de televisión…
¡pero que estoy diciendo! Eso no es menos de lo que hasta hace poco paso por mi
mente ¡qué me pasa! hasta es peor de cursi tener fotos así con Kaiba…
- ¿quieres tomarte fotos?- demonios, no debí quedarme
viendo como idiota hacia las maquinas, que vergüenza.
- claro que no… solo… tenía curiosidad- al verle la
cara me doy cuenta de que él sabe que estoy mintiendo… pero de verdad, ¡no soy
una persona cursi! Es solo que el día de hoy me afecta el clima, o no se…
seguro algo hay en el ambiente que es lo que me tiene así.
- pues yo si quiero- al instante me jalo frente a una
de esas maquinas- las veía por televisión y siempre me pregunté cómo
funcionaban…- se puso a leer las instrucciones clásicas de “meta sus modadas
por aquí y blababla” mientras decía todo eso, luego que descubrió el mecanismo,
nos metió a ambos al estrecho, si, debo aclarar que el espació era reducido,
espacio donde pretendíamos tomarnos fotos- sonríe…- me dijo con un tono que no
le conocí, era entre coqueto y calmado, pero por culpa de eso la foto se tomó
mientras nos mirábamos el uno al otro.
- ¡Ah! No estábamos viendo al frente- todo por decir
eso tan… tan… Así no se cómo…- es tu culpa- le reproché, pero el solo rió como
todo el tiempo- ya viene otra, quítate eso…- le dije ya que tenía puestos aun
sus lentes y gorra- parecerá que salí con un delincuente…- no es que pareciera
delincuente pero…
- está bien- y me puso la gorra encima, por lo que
ahora yo salí con cara de “what” y además con la gorra mal puesta- pero los
lentes se quedan…- ho si… su ojo parchado…
- ¡oye! Me hiciste salir con tu gorra mal puesta, así
que en recompensa saldrás tuerto- le arrebate los lentes y me los puse justo
antes de que se tomara la siguiente foto. Total, que tan solo cuando nos dimos
cuenta de que seguía la ultima foto nos comportamos y salimos civilizadamente y
volteando hacia el frente. Al ver las fotos me di cuenta de que fue muy
divertido, justo como se veía en la tv, pero lo que me perturbó de nuevo fue
ver la primera foto, ambos salíamos viéndonos a los ojos y me trasportó a mi
escena barata que reconstruí en mi mente momentos antes…
-salimos bien- dijo riéndose de mí en algunas
fotografías- me quedaré con estas- me dijo tomando las ultimas, en donde en la
mayoría yo salía haciendo pucheros porque él me había hecho algo, pero ¿sería
buena idea que las tuviera? ¡Qué tal si Mokuba las ve! No, no, no, no y no, eso
no debe suceder, así que es mejor que me quede con todas.
- no, me quedaré yo con ellas, que tal si alguien te
las ve y se va con el chisme por ahí- es mejor prevenir que lamentar, de mala
gana y dándome razón me las dio.
- puedo decir que eres un amigo…- pero no a Mokuba
pedazo de genio.
- si claro… después de la primera foto, ni quien te
crea…- se asomó a verlas tomando mis manos en el proceso.
- no le veo nada de raro, solo salimos hablando- ¿se
hace o es? Que acaso no percibe esa aura, si hubiese visto la película en mi
cabeza lo entendiera, pero claro, sería demasiado vergonzoso explicarle las
cosas que pensé que pasarían por mi cabeza en dado caso de que si lo que le
dije de que me gustaba desde antes fuera cierto, y eso que en realidad nunca lo
pensé… aunque técnicamente si lo pensé, pero fue en un plano completamente
hipotético, nada que realmente estuviera
queriendo que pasaría…
- bueno, como sea, es mejor que yo las conserve- fin
de la discusión, ¿porque no es un novio mandilón normal y deja de insistir?
Después de eso estuvimos otro rato paseando por el
parque y divirtiéndonos, hasta que Kaiba me propuso ir a otro lado, la verdad
es que por mi me hubiera quedado ahí hasta que cerraran el último juego, pero
imagino que esa era la manera de Kaiba de decirme que estaba cansado, así que
acepte, después de todo podría volver después y cuando ya estuviera entero,
entonces si conocería la energía que puede llegar a tener un Wheeler. El nuevo
plan era ir a ver películas, pero tampoco me dijo a donde, como siempre, Kaiba
estaba lleno de sorpresas; conduje de nuevo tras sus indicaciones hasta llegar
a un edificio alto, que parecía ser de departamentos…esperen… ¡departamentos!
¡a donde me estaba llevando! Acaso lo que dijo sobre ser suyo… de verdad lo
decía por “eso”… ¡no! Las cosas no deben
ser como parecen, al igual que antes con kaibaland, esto debe tener otra
explicación, tal vez esta cosa tenga un cine integrado o algo así. Con el
corazón a mil por hora seguí a mi extravagante novio a través de los pasillos,
nos subimos a un elevador que paró en uno de los pisos más altos, y después nos
dirigimos a una habitación… si, era una habitación porque tenía número y todo
¡no podía estar equivocado! ¡Kaiba es un pervertido después de todo! Pero ahora
¿cómo salgo de este lio?
- pasa…- me dijo una vez abierto, yo tome mi celular
por si las dudas y me puse en modo de defensa por si acaso se le llegara
ocurrir a ponerse en modo bestia y tratar de sacarme mi “armadura” de encima y
poder robarse así unos cuantos “puntos de vida” de mi.
- ¿Qué es este lugar?- pregunté tontamente, pues que
se supone que esperaba que me dijera “a pues es el lugar donde perderás tu
virginidad”.
- es mi cine-departamento- me dijo y entonces fue que
cruzamos el pasillo y pude ver como el complejo era una sala con una televisión
enorme la cual estaba posicionada en un hueco de algo que parecía ser un raro closet,
frente a esto había un sillón que parecía muy cómodo, y aparte, solo había
cojines y una pequeña cocina. De nuevo me sentí avergonzado de mi mismo,
siempre yéndome por lugares que no son, tal vez deba relajarme más… se acercó
al lugar donde estaba la tele y abrió una de las puertas del mueble donde pude
ver que estaba lleno d películas- solo dime cual quieres ver…
- wow, este lugar es increíble- dije acercándome a ver
y escoger cual sería nuestra candidata- ¿las has visto todas?- no tenía chiste
si fuera así.
- no, Mokuba me dio mucha de las películas al mismo
tiempo, y no he tenido tiempo de verlas- si, muchas parecían más de mi gusto y
de su hermano que de él, aunque pensándolo bien, no sé qué tipo de películas le
gustan a Kaiba- voy por los bocadillos…- si que era una gran colección, incluso
había películas de Disney y además tenía Harry Potter hasta la última película
que había salido, seguramente cortesía de su hermanito.
- algún día hay que hacer un maratón con estas- le
dije mostrándole la caja de las películas del mago.
- ¿Cuál es?- se asomó por la cocina- ha… no la he
visto, Mokuba me dijo lo mismo…- se rió, ¿ha sí?, el es más fan que yo y por
eso me imaginé que ya lo había obligado a verlas con él, la verdad es que
siempre iba al cine con nosotros al estreno, pero las ha visto miles de veces y
creí que Kaiba por consiguiente también.
- ¡imposible! ¿ni siquiera has visto la uno?- ¡qué va!
No puede seguir viviendo sin ver una sola de éstas.
- no…- pues que esperamos, nunca es malo volver a ver
una película tan buena.
- pues está decidido, él día de hoy conocerás al mundo
mágico muggle- salió con los bocadillos listos y en la mano, pero con una cara
de “what” que no podía con ella.
- ¿mu… que? No hay necesidad de insultos, la veré- no
puede evitar carcajearme, pero el hecho de que Kaiba sea ignorante en algún
tema y yo no era para grabar en video ¡yupi! Le gane a Kaiba una vez en mi
vida, hasta que por fin consigo algún record bueno, últimamente solo obtenía
títulos relacionados con la estupidez. Sin más contra tiempos puse la película,
nos sentamos en el sillón y apagamos las luces; al principio de la película se
escuchaban los comentarios de Kaiba, cosas como “¿el niño es el protagonista?”
o “¿Por qué lo tratan mal?” e incluso comentarios fuera de sentido preguntando
que si porque no hacía magia y se iba de ahí, en fin, como a la media hora de
la película ya no decía nada, y empecé a sentir un peso sobre mi hombro, sabía
que estaba sentado justo al lado de él, así que creí que estaba haciendo una
“movida” con su mano y voltee para evitar cualquier contacto indebido, pero me
di cuenta de que la realidad era que se estaba durmiendo y tenía la cabeza
recargada en mi hombro.
-Kaiba… te estás durmiendo- pero que brillante
deducción hice…- despierta- lo moví- se supone que estamos viendo la película
“juntos”- gruñó por ser perturbado.
- solo descanso los ojos, además el niño no hace nada
de magia, no me estoy perdiendo de nada…- ¡ja! Y tiene el descaro de insultar a
Harry Potter el mendigo niño bonito, en definitiva si Malfoy existiera
estuviera revolcándose de la risa con este comentario, es todo un slyterin…
- ¡oye! No te burles del niño que vivió, no es su
culpa haber crecido en la ignorancia- me quejé, aunque no fue una defensa muy
buena que digamos hacia mi héroe; el infeliz de Kaiba solo se empezó a reír de
mi momento fan boy que me salió del alma, se le veía algo adormilado, y al
mismo tiempo que se sonreía me veía fijamente… no supe que más decir… él estaba
mirándome, y yo a él.
Por alguna razón no podía quitarle los ojos de encima,
era como si su ojo, porque el otro aun estaba tapado, me estuviera
hipnotizando, no me imagino que sería de mi si me mirara en este momento con
ambos… como sea, no supe cuanto tiempo estuvimos así, pero comencé a sentir
como se me hacía agua la boca, como si necesitara de algo en ese instante,
hasta ahora solo me había sucedido eso cuando se me antojaba algo rico de
comer, lo que no me estaba pasando en ese momento, es más, ni siquiera había
pensado en comida, en lo único en que estaba concentrado era en mirar la cara
del que estaba frente a mi…
No me di cuenta de cómo paso, pero de un momento a
otro, ya tenía los labios de Kaiba sobre los míos, los cuales presionaban
suavemente mi piel; fue un beso casto, pero no apartó su boca, sentía como aun
estábamos rosándonos el uno al otro con cada respiración, pero eso había
calmado esas ansias que me atacaron antes… sin poder evitarlo, más bien sin
siquiera meditar lo que estaba pasando, simplemente fui yo quien devolvió con
un beso igual, pero no nos detuvimos ahí, simplemente me deje llevar, ahora
movíamos nuestras cabezas al ritmo de aquel contacto, mi mano viajo hasta su
nuca al mismo tiempo que reconocí las manos de Kaiba rodearme la cintura. Me
recorría una corriente eléctrica mientras mis sentidos se encontraban
embriagados, no deseaba despegarme de él, pero el oxigeno era todavía una
necesidad más grande que el deseo así que cortamos tan maravilloso momento y
nos quedamos viendo uno al otro de nuevo.
No sabía qué hacer, estaba en aquel sillón, hambriento
por más, pero al mismo tiempo con miedo de más. No tuve momento para decidir,
porque de nuevo mis labios fueron atacados y yo no los rechacé, sentí como era
recostado en el sillón y el pesó de mi compañero sobre mi… lo siguiente que
capte fue la sensación caricias sobre mis brazos, cuello y cintura, por mi parte,
solo recorrí mis manos por la amplia espalda, sintiendo aquella cicatriz que yo
sabía que estaba ahí…
***
Aun sentía ese peso sobre mí, escuche algo que parecía
un tele cuando no está sintonizada en ningún canal y luego sentí como el peso
sobre mi se movía.
¡Demonios! Las imágenes de el beso que me había dado
con Kaiba me llegaron a la cabeza como diapositivas, una tras otra y preocupe
¿había pasado algo más? Porque de pronto no sabía que más había pasado. Abrí
los ojos y vi como Kaiba se estiraba y se ubicaba, lo primero que hice fue
notar que estaba vestido, justo igual como la había estado todo el tiempo y me
mire a mí y me vi en las mismas condiciones, entonces solté un suspiro… no
había pasado nada.
- ¿Qué hora es?- preguntó mi sabelotodo novio muy
inteligentemente. Saque mi celular de mi bolsillo y noté que tenía llamadas.
- las seis- ¿he? Las seis, pero a las seis apenas
estábamos llegando acá ayer… ¡por las barbas del abuelo de Yugi! ¡Era las seis
de la mañana! Había pasado la noche con Kaiba en el sillón sin querer, al
parecer, ambos nos quedamos dormidos después de ese beso. Revisé mi teléfono,
tenía llamadas de mis amigos y de mi padre- ¡soy hombre muerto, papá me va
asesinar
- Mokuba debe estar preocupado, yo también tengo
llamadas perdidas- me dijo mientras marcaba, pero y que le iba a decir a mi
padre ¡no me iba a creer si le digo que me quede dormido solamente!-
¿Mokuba?... lo siento hermano, estaba cansado y me vine al departamento, sin
querer me quedé dormido y no escuché el teléfono…- al parecer Mokuba le
respondía-… si, si, iré directo a la escuela… siento haberte preocupado, nos
vemos en la tarde- dicho esto colgó, era la ventaja que tenía por ser el dueño
de su casa, pero ¿y yo?- antes solía hacer esto también, por eso tengo uniformes
míos aquí, me cambiaré e iremos a tu casa ¿quieres que le explique a tu padre?-
¿pero que se cree que soy? No soy una chiquilla, pero claro que si va solo me
irá peor, ¿que se supone que quiere explicarle a mi padre? “señor soy el novio
de su hijo, lamento mucho esto, es solo que nos besamos y nos quedamos dormidos
en medio de eso, pero no se preocupe su hijo aun es virgen” ¡ja! Ni aunque se
lo dijera lo creería.
- creo que no es buena idea- ¡creo que es una pésima
idea!
- confía en mí- no es que no confié en ti, pero es que
conozco a mi padre- tampoco es como si fuera a decirle algo así como “señor soy
el novio de su hijo, lamento mucho esto, es solo que nos besamos y nos quedamos
dormidos en medio de eso, pero no se preocupe su hijo aun es virgen”- touche…
Sin dejarme agregar algo más el simplemente se fue a
uno de los cuartos imagino que para cambiarse de ropa; solo espero que lo que
le vaya a decir a mi padre sea algo creíble y nada estúpido, en cuanto a mis
amigos… ¡que vergonzoso tener que contarles la verdad! Pero no hay de otra,
ellos sabían de mi cita con Kaiba…
Continuara…
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