Capitulo 8 Todo
por un beso
Si yo pensé alguna vez que lo más loco del mundo sería
estar emparejado con mi enemigo y que no podía haber otra cosa que lo superara,
estaba muy equivocado…
Ahora ya conozco bien la frase “el límite es el
cielo”, y si que tiene kilómetros y kilómetros que recorrer; Joey Wheeler ha
pasado de ser el hombre más jodido por la suerte de la existencia al hombre más
avergonzado de sí mismo y más jodido por la suerte de la existencia, y ¿Por
qué? Pues, por dos simples cosas: la primera es porque gracias al sexto sentido
que yo pensé que mi padre no había desarrollado nunca debido al alcohol que
siempre reside en sus venas, el descubrió mi pequeño secreto de que soy el
hombre que está saliendo con el joven más rico de toda la ciudad; la segunda…
bueno, esa es la más complicada, y más embarazosa de explicar…
Se estarán preguntado “Joey ¿Cómo fue que tu padre lo
descubrió? Igual que lo hicieron mis amigos antes, pues les diré algo, no,
Kaiba no fue un estúpido y le reveló algo, y no, yo tampoco me delate, todo fue
llevado perfectamente a cabo y el plan parecía no tener fallas, pero como ya lo
dije, todo fue gracias al sexto sentido de mi progenitor…
**flash back**
Por más que insistí y trate de persuadir a Seto no
pude; me di cuenta de que hacerle cambiar de opinión es más difícil que ganarle
una partida de duelo de monstruos a yugi cuando éste tiene el destino del mundo
sobre sus hombros, así que sin éxito de mi parte ambos fuimos a mi casa donde
al llegar mi padre me esperaba con una cara de gánster vengativo que realmente
me hizo dudar de que fuera ése mi dulce hogar. Kaiba se bajó conmigo al
instante que llegamos y eso solo me puso más nervioso. Ya, enserio ¿Qué se
traía entre manos? Caminaba de lo más normal, como si no viniera conmigo
después de no aparecer por una noche entera en mi casa, y lo más importante,
¡como si no me hubiera besado hasta el cansancio! ¡Qué ricachón tan cínico y
engreído! Yo no me atrevería a mostrarle la cara al padre de alguien a quien
acabo de besar (de esa manera tan… agotadora) y que viene dejando a las seis y
media de la mañana así tan tranquilo y despejado… ¡ja! Cínico maldito con quien
me enrede… mendigo ricachón desmoralizado e insensato… desvergonzado, impúdico,
insolente, mañoso, descarado, desfachatado sinvergüenza y atrevido… y… y
necesito un diccionario par agregar más adjetivos para su actitud…
- buenos días señor…- infeliz y todavía le habla así
tan hipócritamente y cortes…
- ¿y tu quien eres?- esa es la parte de los Wheeler a
la que no le importa ser cortes cuando está enfadado.
- mi nombre es Seto, soy amigo de su hijo- bueno, por
lo menos ya no dijo la parte de “novio de su hijo”- tengo que disculparme con
usted por no traer a su hijo de vuelta- eso es cursi, pero tiene la total
atención de mi padre, creo que puedo huir en lo que platican- lo lleve a un
fiesta anoche, pero creo que nos excedimos…- les juro que la imagen de Kaiba
rascando su cabeza como un chico normal cuando es regañado nunca la podré sacar
de mis más asombrosos recuerdos del 2011-.. Bebimos mucho y no nos dimos cuenta
ni cuando acabó la fiesta… era en mi casa, no se preocupe, despertamos hoy en
la mañana y no vimos hasta esa hora nuestros teléfonos…
- ya veo…- aflojó su expresión diabólica y cruzo los
brazos- …aun así no te escaparás del castigo Joseph Wheeler…- eso no lo discuto,
pero con que mi cuello este a salvo me siento satisfecho- bueno jovencito,
tienes que alistarte para ir a la escuela, tu amigo y tu todavía pueden llegar
temprano debido a este vehículo- dijo señalando el lujoso ejemplar que estaba
estacionado.
- iré a cambiarme de prisa- me dirigí a mi castaño e
inteligentísimo novio el cual no solo me había salvado una vez de un camino
oscuro si no que también de la muerte segura- espérame aquí…- el me asintió y
yo y mi padre fuimos dentro de la casa donde yo como alma que llevaba el diablo
empecé a tomar mis cosas, aunque la explicación me había protegido de un
fallecimiento seguro, no podría de una sermón de los largos… sin embargo,
ocurrió algo inesperado.
- que buen chico es ese “Seto”- mencionó de la forma
más tranquila que le había oído nunca, imaginen el miedo que mi espina dorsal
manifestó con un escalofrío que la recorrió entera.
- si… lo es- alcance a responderle, de veras que si me
supiera el ave maría al revés lo hubiera recitado al derecho y de vuelta en ese
momento porque ese tono de mi padre solo podía significar “la calma antes de la
tormenta”.
- me pregunto… ¿desde cuándo eres migo de Seto Kaiba?-
de ahí puede darme cuenta de algo… no se había tragado completamente la
historia y también que sabía perfectamente quien era el que estaba fuera de
nuestra casa- además tengo curiosidad… ¿desde cuando los amigos vienen a
disculparse con los padres? Si yo fuera tu amigo y me pasara lo que a ustedes,
¿sabes lo que haría?...
- no papá… -intente no parecer muy aterrorizado-.. Pero
ya lo dijiste, es muy educado…
- lo que yo haría…- me ignoro- sería dejarte por tu
cuenta y que te las arreglaras con el regaño, te invitaría una almuerzo para
quedar a mano contigo y que no te enfadaras por ello… pero este muchacho… vino…-
justo al terminar eso que dijo como pude me vestí en menos de dos segundo y
tome mi mochila ya lista.
- estas siendo un paranoico con esto padre, hablamos
después- en eso corrí a la entrada prácticamente, pero me detuvo su voz.
- ¿crees que nací ayer jovencito?- no lo creo, ¡estoy
seguro! Esas arrugas y esa barba no son características de un sano bebe
rosadito acabado de llegar, se rodo los ojos probablemente dándose cuenta de
mis pensamientos por la forma en que lo miraba- a mi parecer este chico te
trató como su novia con este gesto… pero tampoco es solo por eso que me di
cuenta de sus mentiras… se cuando te pones nervioso y como tratas a tus amigos,
y a él no lo trataste nada igual…- ahora resulta… pues hay una lógica
explicación para todo esto querido padre: la razón número uno, es porque no es
mi amigo… ¡es mi jodido ex enemigo que ahora resulta que me gusta de una manera
tan antinatural que perdí la noción del tiempo, el espacio y todo lo que es
racional! Porque aparte de lo que paso anoche (y cabe mencionar ¡que no me
arrepiento!... bueno, estuvo de más decirlo…), fui tan estúpido de olvidar por
completo que ¡ESTO NO DEBE ESTAR PASANDO!
- jajaja te lo estas imaginando padre, me voy- esa fue
la risa más falsa que he hecho en mi vida, y si mi padre aun tenía dudas, el
idiota de mi se lo confesó con esta actitud, salí literalmente corriendo y me
sui al auto- ¡vámonos!- y como si fuéramos dos fugitivos aplasté el acelerador
con la adrenalina corrompiendo mis sentidos.
- ¿Qué sucedió?- me dijo Kaiba justo después de que se
despegara de su asiento- si no te importa me gustaría llegar de una sola pieza
a mi destino…- dijo para cortar el ambiente de terror que había en mi interior,
obedecí y baje mi velocidad.
- mi… mi… mi… mi padre lo sabe…- en ningún momento lo
vi a la cara, pero escuché su suspiro, seguro rodó los ojos, pero en vez de no
sé, apoyarme con mi desastre emocional se puso a reírse, ¡demonios! De cuando
acá las cosas malas le parecían graciosas! De veras que a veces no sé si
sentirme feliz por verlo cambiado y verlo reír o si prefiero patearle el
trasero y dejar que Tristan termine con lo que empezó y ayudarle en la labor…
***
En la escuela las cosas no fueron mejores y no lo digo
solo por el interrogatorio que mis amigos me amenazaron con hacerme en el
receso, sin no por aquella otra cosa avergonzante que me sucedió. Como llegamos
justo a la hora nadie hizo ningún comentario acerca de nuestra llegada juntos,
pero mis amigos estaban con una cara de susto que ya me imaginaba que tipo de cosas
estaban pensando de mi y de mi novio. Yo decidí que debía calmarme, de nada
serviría preocuparme por ello, no podía hacer nada en ese momento y cuando les
explicara todo iba a quedar aclarado y los malentendidos también, así que opté
por despejar mi mente de cualquier asunto que tuviera que ver con mi noche
fuera de casa, pero las clases si que eran aburridas…
Volteé afuera a través de la ventana, pero pronto me
encontré sin nada más que ver, así que decidí buscar otro objeto de
distracción, y a quien me encontré fue a mi siempre aplicado novio siguiendo la
clase, a pesar de que ya lo supiera todo; lo observé detenidamente, como nunca
antes lo había hecho, de vez en cuando anotaba algo en su cuaderno y otra veces
se recargaba en su mano y ponía su atención al frente, movimientos nada fuera
de lo común, así que entonces me fije en su rasgos, sus ojos alargados y
azules, su bonita piel de un tono moreno claro, parecía muy suave el tacto a
simple vista e intenté recordarlo con mis manos, después viaje hasta sus
labios, aunque pequeños hacían una acentuación especial a su varonil expresión
desafiante y altanera. Me centré más de lo necesario en ellos porque empecé a
sentirlo de nuevo, esa especie de hambre por estar junto a él, de sentir lo que
el día anterior y apretar esos labios contra los míos por toda una noche; de
pronto la mano que estaba antes proporcionándole un sustento para recargarse,
se posicionó bajo la barbilla, pero el pulgar fue a parar sobre esa boca con la
que hace unos minutos estaba soñando moviendo algo en mí que me hizo echar un
suspiro; algunos alumnos a mi alrededor me miraron extrañados y yo de prisa y
con la cara que me ardía de pena me centré en mi libro reprendiéndome
mentalmente por esa extraña sensación que me había embargado…
¡Qué rayos me había pasado! Estaba pensando en
besarlo, por un momento me importó un bledo en donde y con quienes estábamos,
solo me dio el impulso de ir con él y propinarle tremendo, hambriento y sensual
beso del cual no se iba a poder despegar en un buen rato ni aunque nos echaran
agua. Pero gracias a ese suspiro de colegiala entré en razón…
Algo estaba pasando, yo… yo ¡quería otro beso de
Kaiba! Y no solo eso, ¡quería uno apasionado y sensual! Este no soy yo, no
puedo serlo, ¿cómo es que así de la nada sucedió? Ni siquiera estaba pensando
en lo que pasó anoche, simplemente que al verle… algo dentro de mi… se prendió…
Esa no fue la única vez, por el resto del día con tan
solo ver su espalda fue suficiente para caer en otro de esos lapsus, si veía su
brazos deseaba estar entre ellos, si veía su cabello mis dedos querían
removerlo y si miraba sus manos ansiaba que éstas estuvieran entre las mías.
Unas ansias de estar a su lado me embargaron por completo, incluso mis ojos no
deseaban perderlo de vista…
¿Será a caso que los besos causan adicción?
Esta desesperación solo se calmaba de una manera y esa
era cuando furtivamente mi “pingüino” salía de entre esa mascara de
indiferencia y me miraba con una leve sonrisa de medio lado, entonces mi ansia
se transformaba al instante a calidez. Si no hubiera sido porque mis amigos
tenían una plática pendiente conmigo en el receso hubiera sido capaz de seguir
a Kaiba por toda la escuela y hacer caso de mis nuevos instintos besucones para
asesinar por completo a mi orgullo y prácticamente saltar sobre él.
Di gracias de nuevo a todos los dioses por haberme
brindado su amistad, pero al mismo tiempo recé porque la ocasión no se volver a
repetir, ya que si me vuelven a arruinar otro momento como éste ¡les juro por
Ra que van a rogar todos no haberme conocido nunca!
¡Whaaaaaa! ¡Pero que estoy diciendo!
Y ahí estaba de nuevo, mientras Kaiba no estaba era
yo, el razonable Joey Wheeler de siempre, pero si la magnificencia del señor de
los hielos estaba cerca otra era la historia… está bien, no iba anegarlo, me
gustaba Kaiba y quería besarlo ¡pero nada más!
Tan solo habían pasado pocas horas desde el primer
beso y ya estaba como mujer en sus días,
mis sentimientos estaban tan revueltos como en una licuadora, estaba enojado,
feliz, avergonzado, ansioso, emocionado y asustado, todo al mismo tiempo, y mis
amigos se habían dado cuenta…
- Joey, ¿qué paso anoche?, te estuvimos llamando- yugi
fue el primero en hablar de todos, en ese momento no pude evitar el sonrojarme
debido a todo lo que estaba pasando y al recordar lo pasado ese día. Todos se
sonrojaron también y pusieron una cara de espantó, entonces Tristan se exaltó.
- ¡lo sabía! ¡Ese maldito bastardo infeliz!- y se
levantó de donde estábamos- ¡me las va a pagar por haberte tocado una pelo ese
desgraciado!
- ¡cálmate Tristan!- lo detuvo sabiamente Duke- es su
novio, es perfectamente normal si lo hacen
no es de tu incumbencia- entonces me di cuenta que debía parar este
malentendido, yo solo había confirmado sus malinterpretaciones al no decir
nada.
- ¡¿Qué tanto están diciendo par de idiotas?!- les
pegué a ambos para que volvieran a sus asientos- ¡no es lo que están pensando!
Verán ayer…- trague duro- lo que pasó fue que fuimos a la feria y después a su
departamento a ver películas- el rostro de Tristan se fue enfureciendo- ¡ya
dije que no paso nada de eso!- mi amigo resopló y todos lo demás quedaron
expectante.
- y si no paso nada entonces que chiste tiene haberse
quedado en su casa- dijo Duke- ¿que, acaso ninguno de ustedes pudo levantarla?- ¡pero qué estupideces dice este imbécil! Le di otro fuerte golpe
en la cara ya que me hizo imaginarme aquellas cosas por las que aun no me
preocupaba y no estaba preparado para preocuparme.
- ¡dije que no es nada de eso infeliz! Mejor cállate y
escucha- nos calmamos y comencé de nuevo- estábamos viendo una película cuando
Kaiba se comenzó a quedar dormido, entonces decidía despertarlo, pero él no
quería, y pues nuestros rostros quedaron demasiado cerca…- al parecer no
entendieron lo que quería decir, así que continúe- y nos dimos nuestro primer
beso…
- …¿y?- dijo Yami… ¿Cómo que “y”? ¡Es mi primer beso
con Kaiba! Que más quiere- ¿Qué más pasó? ¿Por qué no llegaste a casa?- al
parecer todos pensaban igual que Yami porque asintieron a sus palabras.
- pues… nos besamos hasta que nos quedamos dormidos… y
pues no escuché el celular- admití con algo de vergüenza. Duke fue el primero
en reaccionar, dando una carcajada estruendosa, Tristan seguía molesto pero dio
un suspiro como de alivio, por otro lado tea, Yami y Yugi parecían querer aguantarse
la risa- ¿por… Porque se ríen?- estos desgraciados amigos que tengo, yo estoy
tan preocupado por todo lo que me pasa y a ellos les parece de risa, insensibles…
- lo sentimos Joey, pero es que nosotros pensamos lo
peor y resulta que no pasó nada- dijo yugi conteniendo la risa.
- ¡pobre Kaiba!… Joey se le quedó dormido en medio de
la acción hahahaha- siguió Duke con su burla- lo compadezco hahaha ¡eres más
difícil que una chica virgen Joey! Jajaja- y siguió burlándose el desgraciado..
¡Como que más difícil que una chica virgen! No es cierto.. Solo soy… precavido…-
tris, creo que tu y Kaiba van a tener que hacer un club, así se pueden dar
consejos mutuamente…
- ¡cállate!- dijo Tristan sonrojado y comenzó a pegarle
a Duke y a corretear alrededor nuestro, yami casi se ahoga con su propia risa,
tea y yugi fueron los únicos que se controlaron.
- no te ofendas Joey, pero solo es un beso y no veo la
razón para estar tan escandalizado- bueno eso es porque no saben todo lo que
estuve pensando durante las clases esta mañana.
- Tea tiene razón ¿en serio es por eso que estas así
amigo?- pues… ya que estamos en esta sección de vergüenzas, qué más da decirles
lo demás…
- La verdad es que no es solo por eso- yugi pareció más
precavido, tal vez pensó que se trataba algo sobre Mokuba- es que desde que
paso eso ayer pues…- y aquí vamos… me apresuré a decirlo antes de que Duke y
Tristan regresaran y comenzara otra sesión de burlas mucho peor, además, no
estaba seguro de querer decirle abiertamente esto a tris ahora que se que le
gusto…- no he dejado de pensar en ello, y cuando miro a Kaiba quiero besarlo de
nuevo…- me sonroje completamente y al contrario de lo que pensaba mis tres
amigos tenían una expresión enternecida, y tea sin poder evitarlo me abrazo
como si fuera un peluche.
- ¡eso es tan lindo Joey!- dijo mientras me estrujaba
como si fuera hecho de trapo.
- me asfixias tea- me libre de su agarre- ¡no es
lindo! Es vergonzoso…
- Joey…- dijo yugi con su tono de padre- es normal que
quieras hacer eso con la persona que te gusta, no debes avergonzarte de ello-
después miró al ex faraón que le respondió con una sonrisa, tea mientras tanto
seguía en su mundo donde yo era un peluche. La verdad es que las palabras de mi
amigo me tranquilizan mucho, creo que si no estuviera conmigo todo hubiera sido
más que un caos…
El día paso relativamente normal, es decir, no es que
no me pasará de nuevo ese deseo incontenible de estar con mi novio, pero me
sentía más tranquilo y feliz. Aproveché cada mirada que me dio y le devolví el
gesto cada vez que pude, además cuando estábamos reunidos en grupo en la clase
de deportes, procuraba estar cerca de él así de vez en cuando podíamos rozar
nuestros hombros o incluso a tocar nuestras manos, era tonto y simple como
decía Duke, pero me embriagaba una sensación de paz cuando podía hacerlo…
A la salida del colegio antes de irse pasó por un lado
de mi y me acarició levemente la mano, mi boca se curveó inmediatamente en una
sonrisa cálida, voltee hacia la puerta donde el ya estaba y éste me devolvió
una sonrisa antes de desaparecer por la puerta… ¿sería acaso que me estaba
gustando Kaiba un poco más? Si, en definitiva era un sí. La verdad es que con
nadie con quien estuve antes me hizo sentir de esta forma, tan feliz por un
roce y tan contrariado por un simple beso…
El resto de la tarde en mi trabajo deseaba hablar con
él, intenté marcarle, pero no encontraba excusa para ello, e incluso borré como
unas cien veces un mensaje de texto que quise mandarle, pero nunca me pareció
apropiado. Mi jornada laboral termino, y ni yo le envié nada ni recibí nada de
él en todo el día, me sentía un poco decepcionado por ello, ya que tenía la
esperanza de que me enviara un mensaje y así poder contestarle algo. Salí rumbo
a mi casa dando suspiros de cuando en cuando pero entonces una voz interrumpió
mis cavilaciones…
- buen trabajo…- Kaiba estaba recargado en su
motocicleta mirándome, con una de esas leves sonrisas… se me iluminó el día por
completo, podría abrazarlo mientras estuviéramos sobre su vehículo, porque
conociéndolo, seguro que me llevaría a casa.
- ¿Qué haces aquí?- le pregunte, la verdad que ni me
importaba el porqué, pero solo pregunte por inercia mientras me acercaba
tentadoramente a una distancia nada despreciable para un abrazo… de nuevo se
sonrió y dio otro paso al frente dejándonos más cerca, si seguía así no lo iba
a soportar, seguro que terminaría besándolo de nueva cuenta, así que intenté
alejarme y subirme a la moto, pero sentí su brazo detenerme por la muñeca.
- no me seguiste en el receso…- dijo… ¿se refería a
hoy? Si, fui hablar con mis amigos pero…¿cómo sabía que quería seguirlo?... Me
quedé perplejo porque no sabía exactamente a qué se refería, pero me pregunté
¿acaso el quería que lo siguiera?- … y no puedo esperar a mañana…- me jaló
hacía él y me abrazó… entonces, ¿será
que él y yo todo este tiempo sentimos lo mismo?
No puede ser… me sentí enrojecer…
- Kaiba… aquí nos pueden ver…- mi corazón no paraba de
latir, pero las personas que ya se habían parado a vernos me estaban poniendo
nervioso, aunque tampoco fue como si me hubiera soltado de abrazarlo…
- no importa…- pues si no importa que nos vean… pues
que no importe…
Levante mi cabeza para buscar lo que deseaba, sus
labios, y los encontré justamente también buscando los míos, e inevitablemente
nos dejamos llevar por lo que siguió; justamente como el día anterior sentí
desfallecer por aquel contacto y dejé que el cargara con todo mi peso
colgándome de su cuello, y cuando paramos a respirar noté que los mirones se
habían ido confundidos por aquel encuentro, me reí y contagie a mi compañero.
- vamos, te llevó- y me dirigió a si motocicleta.
Antes de subir le propine otro beso esta vez totalmente dirigido por mi y
durante todo el trayecto disfruté de abrazar su cálida espalda. Paramos a una
casa de distancia de la mía y bajo un árbol, escondiéndonos en sus sombras y en
las de la noche para proseguir con lo empezado en mi trabajo. Estuvimos cerca
de una hora besándonos solamente, diciendo una que otra cosa sin mucha
importancia hasta que llegó la hora de despedirnos- hasta mañana…- me dijo
dejando ir mi mano más por la distancia que por realmente querer soltarla, yo
caminaba hacia mi casa sin dejar de verlo ni un segundo.
- hasta mañana…- le dije, se puso el casco de vuelta y
se despidió con la mano como siempre, encendió el motor y yo fui hacía mi casa,
y al estar ya en la puerta el arrancó. Estoy seguro que una muy estúpida
expresión de adolescente se me formó en la cara, asustando a mi padre quien
seguro quería hablar lo de la mañana, pero corrí de ahí antes de que me
arruinara el momento y le grite desde mi habitación- ¡mañana te lo diré lo
prometo!- no le respondí ni una más de las preguntas que me hacía sobre la
puerta, pues lo único que parecía entrar en mi era aire y todo aquello que
dijera “Seto Kaiba”.
You
got the wrong number…sorry… you got the wrong num…
A sabiendas de quien era inmediatamente abrí mi móvil
encontrándome con lo que deseaba, un mensaje de mi ricachón y atractivo novio “Mañana
no te escapes de mi… te veo en el receso. Buenas noches, Chu chu (no son de
pingüino, pero son míos y es suficiente).” Estoy seguro que mi cara de baboso
continuó mas y sin contenerme las ganas de gritar, presa de mi SAE, me puse la
almohada en mi cara y con ella entre las manos comencé a dar vueltas por mi
cama.
Era oficial, me había vuelto loco y todo por un beso…
Continuara…
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