El bueno de Yunho, el magnífico Jung Yunho. Que
despreciablemente amable es, tierno, atento, caballeroso, dulce y quien sabe
cuántas cosas más positivas se pueden enumerar a la lista, lo que quieras,
cualquier cualidad considerada en la cumbre de la sociedad, ¿responsable? Se te
ocurre, si, lo es, ¿que mas? ¿Trabajador? ¿Atractivo, varonil, sexy, impecable?
Si, si, si y si ¿perfecto?... casi…
Tiene un defecto, un desperfecto en su vida, la piedra en el camino que cualquiera debe tener. Eso es lo que dicen todos. El único defecto de Jung Yunho es estar atado a Kim Jaejoong, la escoria de la universidad y de Seúl entero. Soy la celebridad en las noches y en los días, el que no sabe de mi y de mis aventuras y desventuras es un patético hurón metido en un hueco en el planeta Marte. En pocas palabras, soy la comidilla de todos. La cuestión ahora en tu mente es ¿Por qué? Fácil, a los que no nos importa lo que digan, pues simplemente no nos esforzamos en esconder nuestros secretos ante el mundo, yo no soy como el rector de la escuela por ejemplo, quien se encierra con llave para engañar a su esposa con hombres menores de edad, o como el padre del mismo Yunho quien en más de una ocasión se ha visto inhalando “polvos” blancos en la soledad de su oficina. Y podría seguir, una tras otra persona de esta ciudad, por cada vez que hablan una cosa “mala” de mí, yo sé otras dos o tres acerca de ellos que creen que guardan secretamente tras cuatro paredes y un cerradura de mala calidad.
¿Cómo lo sabes Jaejoong? Me pregunto una vez un sujeto que me colmó la paciencia y le grite su más oscuro secreto a la cara, dejándolo helado. No le respondí con la verdad claro está, porque la verdad nadie me la creería. Yo lo llamó karma. Es un poder que tengo, bastante simpático y con una complejidad extraña, que hasta la fecha no tengo el placer de controlar. Funciona como su nombre lo dice, simplemente cuando alguien dice algo malo de mí, automáticamente el conocimiento de estos “secretos”, en forma de visiones, se me es entregado, permitiéndome devolverles el comentario. Hay veces que simplemente me rio por la hipocresía de las palabras que otros sueltan de mí, porque muchas veces van dirigidas a ellos mismos…
Es una de las razones por las que no me importa que digan de mí, yo sé, que no soy tan malo…
Simplemente soy una persona a la cual no le gustan las mentiras, es por eso que cuando abro la boca digo todo lo que pienso sin rodeos, pero no a todos les gusta, y además soy una persona con mucho amor que dar, y ya sea con abrazos, besos y/o sexo, no me da pena para nada el expresarlo. Jung Yunho es mi mejor amigo. Yo lo amo, porque él me conoce como a nadie y aun así jamás ha dicho o hecho algo que me lastimase, por lo tanto, jamás he recibido algún secreto oscuro de él, pero aunque fuera así, se que no recibiría nada de su persona, porque él, es simplemente una adorable figura humana con un cero por ciento de maldad en cuerpo. Esto no significa que sea un dulce todo el tiempo, se enoja, llora y ríe como cualquier persona, pero yo sé, que la maldad no existe en él.
Estoy consciente de que todos aquellos que lo conocen no me quieren cerca de él, ni siquiera sus padres, porque soy “mala influencia” pero yo creo que mas mala influencia son ellos…
Nosotros nos conocimos de manera normal, en secundaria. Así nada mas, sin relatos significativos, simplemente por casualidad toque en un asiento cercano a él, entablamos conversación y nos hicimos amigos hasta ahora, y como es fácil querer a Yunho, pues no hay mas historia, lo raro es que le me quiere a mí.
-yunhoahhhh- le dije al verlo caminar por los pasillos hacia nuestro salón de clase, el volteo con su deslumbrante sonrisa, tranquilo como siempre y con su porte tan genial. Desocupo sus manos sacándolas de los bolsillos de la sudadera que traía puesta, pues ya sabía que me estamparía contra él para darle un abrazo. Mi momento favorito de las mañanas. Me correspondió el abrazo para después separarnos y caminar juntos a nuestro destino, siempre con las miradas desaprobadoras de otros estudiantes sobre mí ¿no entendía porque es tan malo que todos los días lo salude con abrazo? Yo lo quiero mucho, ¿qué hay de malo con demostrarlo? No de di importancia.
-¿cómo pasaste el fin de semana Jaejoong?- me preguntó, pues no habíamos estado juntos ya que él fue a visitar a su prometida junto con sus padres. Resople al recordarlo. Esa mujer suertuda que se v a casar con mi adorado Yunho. No he tenido el placer de conocerla y no quisiera entregárselo sin antes saber qué tipo de persona es. Mi Yunho no puede estar con una persona podrida por dentro como lo son todas estas gentes que nos juzgan mientras entramos al aula. No podía odiarla, pero tampoco estaba en mi estima, porque al final de todos modos ella me iba a separa de mi más preciada persona en este mundo.
- pues mal- le respondí con un puchero- me dejaste aquí solo por esa desconocida- le reproché- preocupado de cómo te está tratando, si sabe cocinar lo que te gusta, si es fea, si es mala o si es buena, si sabe cuidarte o no… estaba angustiado- dije dramatizando un poco más. El se rió de mi, como siempre lo hacía cuando me ponía en mi plan sobreprotector.
- pues es que ni yo lo sé, solo hemos hablado un par de veces, pero parece ser una buena chica- dijo esto mientras acomodaba sus cosas en su sitio y se sentaba ¿de veras creía que con eso me iba a calmar?
-“parece ser buena chica” no es suficiente para mi, ¿qué tal si es psicópata o algo así? Ni creas que te voy a dejar casarte sin antes conocer a la mujer- me sentí despectivo, pero para mí “esa” no tenia rostro ni nombre, no iba a gastar empatías hacia un fantasma que hasta ahora no tenia para nada mi agrado. Pero el hombre solo rió más y más audible.
-¿y que se supone que harás para impedirlo? Sabes que mis padres tienen planeado todo nomas me gradué- dijo sereno, siempre hacia caso de sus padres, con la excusa de que ellos solo querían lo mejor para él; bueno, en lo único que no escuchaba era cuando malgastaban su saliva diciéndole cosas malas sobre mi- imaginen cuantas cosas no se de los padres de Yunho ahora- y que deje de ser mi amigo y bla bla…
- pues lo de siempre, haré una escena y arruinare la boda, que se yo, a lo mejor me robo al novio y nos piramos por un tiempo para tomar unas vacaciones- le dije sonriéndole, aunque no sería fácil, conociendo al responsable de mi amigo. No agregó nada a eso, me sonrió feliz y complacido por mi preocupación y me pellizco un cachete como una de sus mejores muestras de afecto hacia mí.
- buen día- escuche a mis espaldas. Era Junsu, al lado de él venía un sonriente Yoochun y un malhumorado Changmin.
-buen día- dimos como réplica al mismo tiempo, viendo a nuestros amigos llegar. Los dos primeros mencionados los habíamos conocido en la preparatoria y a Changmin por ultimo en la universidad, el es una especie de niño genio el cual estudia con nosotros, pero es menor. Junsu es mas como Yunho, un niño bueno en todos los aspectos, pero más bien lo describiría como un chico deportista, Yoochun es mas como yo, compañero de copas y de faldas, como dice él, que al igual que yo es criticado por otros, sin embargo, yo soy el más descarado de los dos. Por último Changmin es un poco de ambos, tiene una parte buena y una mala y puede salir en cualquier momento, es adorable como cielo pero si se enoja el infierno es más preciso para describir su estado emocional y su mayor parecido a mi es la brutalidad con la que decimos lo que pensamos. Aunque sinceramente él es más cruel con su selección de palabras…
Y ellos son, como yo les llamo, mis queridos hijos. Fui hasta ellos y los abrace a cada uno, aun con las replicas del más joven.
- porque tienes que abrazarme, no soy un oso de peluche o una almohada para que hagas eso- dijo apartándome como siempre- además, quien sabe en quien habrán estado enredados tus lujuriosos brazos este fin de semana que Yunho no estuvo- hice un puchero, pues tenía razón, ni yo mismo sabía que mañas tenían esas personas, pues solo las conocí por el rato que estuve con ellos.
- que tan malo puede ser, si no estoy enfermo ni apesto a nada- dije asegurándome de ello mientras olía mis propias extensiones- además me bañe todos los días cada vez…- nuestros otros amigos se reían de la escena, pero pude saber pronto que a mi alrededor la gente no estaba contenta de oírlo, algunos decían cosas y yo empezaba a verlos en mi cabeza, empezando a confundirme y desconcentrarme de lo que decía- además, he abrazado a Yunho y el purifica todo lo que toca…-me regresé con él, pues ver las atrocidades de otros no me hacía sentir nada bien, disimulaba que no pasaba nada malo, pero cuando tocaba a Yunho mi corazón se tranquilizaba un poco. Me acerque a él y le tome una mano.
-¿Jae?- menciono inseguro mi nombre, bueno mi diminutivo; él se daba cuenta cada vez que me pasaba, no sé cómo, pero así era- ¿estás mareado otra ves?- así le llamábamos a eso, bueno, así lo bautizo Yunho, ya que no sabía que yo tenía este extraño poder. No es que se lo oculte por algo en particular, simplemente no se ha dado el caso y no he tenido la iniciativa porque temo que Yunho sea corrompido por lo que yo veo, así como yo…
-estoy bien…- le dije y me senté, esperando a que la gente se dignara a retener sus sucios comentarios sobre mí de lo que hice y no hice, de que me vieron con uno y luego con otro. Que les importa, a mi no me importa que ellos lo engañen a sus parejas con sus mejores amigos, o que jodan con mujeres casadas o incluso que tengan relaciones con personas de su mismo sexo, realmente, eso no me interesa pero aun así lo veo. Sus razones tienen, al igual yo tengo las mías. Me gusta tener sexo, y si veo a alguien que me llama la atención y congeniamos, pues no hay más que decir. Es hombre, es mujer. No importa. Es un extraño y quien sabe que haga. Tampoco importa. Yo los amo por el tiempo que me dan, por el momento en que platicamos y en que nos abrazamos, son sincero y los recibo con una sonrisa al igual que los despido. Habrá algún día que encuentre alguien con quien quiera quedarme para siempre y no seguir, tal vez… pero no por ahora, el único amor que conozco es que le tengo a estos cuatro hombres que veo a diario y el más cercano que tengo al amor verdadero es el que le tengo a Yunho.
Y de nuevo no puse ni una pisca de atención a clase. Esas imágenes seguían dándome vueltas, pero es muy normal un lunes que todo el mundo me vio y decidió contárselo a los demás, en serio, a veces se torna aburrido que hablen tanto de mi.
-Yunho…- le llame interrumpiendo la partica que tenia con nuestros amigos acerca de cómo había pasado el fin de semana con su desconocida futura esposa- repíteme otra vez porque no te puedes casar conmigo en su lugar…-Changmin rodó los ojos como diciendo “no otra vez”, y los demás solo sonrieron- estoy cien por ciento seguro de que te quiero más que ella- me colgué de su brazo, pensativo.
Se lo dije hace mucho, estábamos en nuestro tercer año de preparatoria cuando le confesé que me gustaba tanto que a veces estaba seguro de estar enamorado de él. A primera instancia él se espantó, pero bueno como es él, me comprendió y me explicó que su amor por mí no era de esa manera. Desde entonces no lo molesto mucho con mis sentimientos, el sabe, al igual que todos, que para mí, su felicidad es lo mas importante en mi vida y una que otra vez he sacado el comentario de que yo lo haría más feliz que ese matrimonio arreglado.
- ya basta hyung- escuché a Changmin cortándole las intenciones de que Yunho me contestara- esa pregunta ya me tiene harto, y ya me canse de que te mimen y te contesten por las buenas- dijo soltándome del agarre que tenia del brazo de Yunho- eres un HOMBRE- me señalo acto seguido- en este país no están permitidos los matrimonios gay, tu eres solo AMIGO de Yunho hyung, no su novia o algo por el estilo- hice un puchero al momento que dejo de apuntarme- y lo más importante, la razón por la que se casa con esa mujer es porque sus padres así lo quien y a Yunho le parece bien su decisión porque con ella SI puede tener hijos.
-¡Changmin!- reprendió Yunho. Hubo varios segundos de silencio en donde no recibí nada, ninguna visión se hizo presente en mí, lo que me indicó que sus palabras no tenían malicia. Realmente Changmin tenía razón. En otras ocasiones en las que me hería con las palabras y su intención era mala realmente simplemente veía algo y se lo restregaba en la cara, empezando una pelea infantil entre los dos, pero ahora fue diferente. Me había dolido mucho, pero no vi nada. Suspiré.
-tienes razón…- no había modo de que ocultara mi desazón por el trago amargo. Junsu le dio un golpe al menor quien se quejó por el acto- yo no quiero que Yunho sea infeliz y también quiero ver pequeños Yunhos correr por ahí- dije sincero… ¿Por qué en vez del karma no tenía el poder de tener hijos?-… me lleva ventaja en eso, pero aun así yo te quiero más que ella- me dirigí a Yunho quien no sabía qué hacer o decir.
Seguimos nuestro camino en silencio. Dio un suspiro grande antes de hablar otra vez.
-chunnie- le llame a mi amigo.
-dime jae…- me respondió, este ambiente tenso me amargaba la vida.
-me voy a ahogar con el aire tan espeso que hay aquí ¿quieres venir conmigo a beber algo?- le pregunté, no era común en el ir a los bares en lunes, pero siempre podía haber una excepción- necesito amor~~- le rogué con mi cara más tierna.
- es lunes Jaejoong…- me reprochó como si lo estuviese levantando de la cama a las cinco de la madrugada para ir al colegio- no me he recuperado del fin de semana.
-flojo~~~- le dije corriendo hacia el lado donde el pub se encontraba- nos vemos mañana entonces- les grite a los cuatro como despedida.
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-se fue….- dijo Yunho en un suspiro, sin quitar la vista del lugar donde el pelinegro había desaparecido.
-¿Changmin como pudiste ser tan cruel con él?- replico Junsu dándole otro golpe como el anterior.
-no me golpees- se quejo- alguien tiene que ponerle los pies en la tierra, además es una favor para Yunho hyung quien tiene que escucharlo decir esas cosas tan incomodas y tiene que explicarlo una y otra vez solo porque a jae le parece que ser sincero con respecto a sus sentimientos no daña a Yunho-el aludido bajo la vista- no creo que sea amor lo que tanto profesa si se va y busca a cualquier persona para pasar el rato cada vez que se deprime…
-sabes que Jaejoong es una persona muy compleja… y que su historia familiar es complicada…- yoochun ahora fue quien rompió su silencio- para él la promiscuidad fue algo natural desde que era niño y todo debido a sus padres…
-en parte es por ello que todos siempre lo han señalado- Junsu completó- incluso yo al inicio lo juzgué, pero al conocerlo me di cuenta que no podía guiarme por lo que decían de él, que él no era solo el hijo “los depravados” de la cuidad- Junsu apretó sus manos, recordando como la personalidad dulce y divertida de Jaejoong le había hecho recapacitar sobre la opinión que tenia de la gente.
-y en cima de ello el si se quedó…- dijo Yunho- cuando todos descubrieron la clase de personas que eran el señor y la señora Kim, ambos dejaron Seúl, pero dejaron atrás a Jaejoong, para ser la comidilla de todos- su semblante serio preocupo a todos, Yunho solía estar enfadado cada vez que hablaba de los padres del pelinegro, pero esta vez, les pareció que estaba diferente.
- hyung… sinceramente, ¿crees que Jae sea como ellos?- Yunho lo miró sin contestarle, la forma en que el menor lo pregunto no era para saber la respuesta, si no para confirmar algo que parecía el tenia seguro.
-¿que sea un ninfómano?-pregunto, evitando dar su opinión al respecto, pero la mirada inquisidora del menor lo alentó a seguir- no lo sé, probablemente, ambos padres lo eran, así que es muy probable que sí- los cuatro siguieron mirando el camino, cada uno inmerso en sus propias dudas-aun que sea así… no hace diferencia para mi…- comentó finalmente después de un rato.
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Había terminado de hacerlo con esta persona que apenas me había dicho su nombre y lo olvide. Levantaba sus cosas y me dijo que tenía que apresurarse, ya que trabajaba en el bar y se darían cuanta de su ausencia pronto. Asentí y espere a que se fuera para encogerme en mi mismo, pegando mis rodillas al pecho, y deje caer las lágrimas, fluidas como cascadas…
Hacia tanto que no lloraba por el amor de Yunho… no me gustaba hacerlo porque preocupaba a mis amigos y entristecía a Yunho con ello, es por eso que aprovechaba los minutos que me quedaban en los moteles para desahogarme un poco…
Se lo que piensan de mi y la palabra que usan para definirme, pero yo sé que no es cierta. Yo no necesito sentirme en los brazos de los extraños para ser feliz. No deseo tener placer a diario porque mi libido no se sacie. La razón por la que lo hago es por Yunho.
Antes cuando vivía en casa y veía todas esas persona entrar y salir, escuchar los ruidos que provenían de las puertas cerradas de la recamara de mis padres, a veces los dos ahí dentro con otros mas, y a veces solo uno de ellos; pensaba que era normal, es más, pasaba de ello sin preguntar por lo que se colaba de la puerta. Era un niño, mis padres era como cualquiera, con trabajos y pasatiempos… y luego empezaron las visiones, cuando algo estallo… cuando ellos empezaron a pelear e irritarse… cundo otros venían a gritarles y decir ofensas… cuando empezaron a llamarme con sobrenombres hirientes… y después cuando me dejaron solo a cargo de familiares que no conocía.
Entendí después de años que las personas culpables de mi abandono no eran mis padres. Los demás habían decidido que su vida era demasiado depravada como para criar a un niño y por eso les quitaron su poder como “padres” y los alejaron de mí. Desde entonces decidí que no me importaría lo que las personas dijeran, porque claramente no eran lo que parecían y sus decisiones hacían más mal que bien…
Luego conocí a Yunho un ángel entre las cenizas del mundo
moral que estaba por dentro lleno de inmoralidades atroces. Me enamore de él
como un idiota. Y como tal también me confesé. Al solo quedar como amigos me
dijo que aunque no pudiese amarme, me querría siempre como un amigo y me
abrazo, desde entonces a diario repite ese ritual, cumpliendo su promesa. Con el
tiempo la adolescencia me hizo surgir necesidades que con un abrazo no se
calmaban, así que busque como desahogarme. Yunho me reprochó una vez por
acostarme con muchas personas, me dijo que podía ser peligroso y que temía por
mi seguridad, y que además no les gustaba oír las cosas crueles que decían de
mí, que no debía darles motivos para hablar, así que le confesé que lo hacía
para clamar mis ansias de querer estar con él…
Y desde ese entonces soy así, regalo el amor que tengo para Yunho y que no puedo darle… y al mismo tiempo busco a alguien que me haga olvidarlo…pero ya llevo años buscando sin éxito…
Es curioso que mis padres fueran juzgados por no tener amor fijo uno por el otro, por anteponer su placer carnal en contra de su moral, decencia y de su fidelidad como pareja, y yo en cambio soy juzgado por mi amor a una única persona con la cual no puedo estar y por eso me entrego a la lujuria que me pueden dar otros…
Me limpie la cara, me puse la ropa y salí de ahí con rumbo
hacia mi departamento. No era muy tarde, apenas y daban las diez de la noche,
pero no tenía ganas de dar más este día. Había estado equivocado al
entristecerme e irme a desahogarme con cualquiera, mejor hubiera abrazado a
Yunho una vez mas y quedado con el resto de la tarde… lo había extrañado mucho
el fin de semana. Quería verlo…
No cedí ante mis deseos y me fui directo a casa…. Aun me dolía el corazón.
Al entrar note que la luz de la sala estaba encendida y al ir hacia haya vi a Yunho sentado en mi pequeño sofá, al parecer esperándome.
-jae…- me dijo al verme. Mi corazón se sintió revuelto entre la alegría y la tristeza que estaban mezcladas ahora dentro de mi cuerpo. Corrí hacia él, solo quería abrazarlo- llegaste temprano, pensé que esperaría un poco mas…- me dijo recibiéndome con su calidez. Me apreté muy fuerte y escondí mi cara en su pecho, pues al tocarlo, las ganas que tenia de llorar se triplicaron y no pude evitar comenzar… de solo pensar que iba a perderlo pronto… “cuando nos graduemos” había dicho, es decir, en dos meses… por eso la reunión se había llevado a cabo el fin de semana, para mirar los últimos detalles del trato…- jae…
-no…- le respondí aun escondido al sentir las intenciones que tenia de levantar mi rostro para verificar que estaba llorando, debió sentir la humedad en su playera- a menos que quieras decirme que no me dejaras por la mujer esa, dejare que me veas el rostro…- le advertí, sentí que me apretó un poco mas contra él.
- hoy hable con Changmin al salir de la escuela…-me empezó a hablar tranquilamente y yo solo escuché su conversación tratando de apaciguar mi desbordante tristeza- me preguntó muchas cosas sobre ti… dijo que sentía haberte lastimado y que te compensaría el día de mañana, pero no tengo idea de cómo piensa hacerlo- tal vez me deje darle un besito en su adorable mejilla, eso estaría bien por mí, porque yo se que minnie no lo hacía con intención de lastimarme... solo dedica la verdad que en ese momento percibió- el no creía que tu estas enamorado de mi…- bueno, no es necesario que lo crea, me tiene sin cuidado- porque te vas con otras personas…- tiene lógica, es muy propio de ese niño- así que le expliqué que era por mi culpa…
- si lo es…- le dije reprochándole el hecho de que este día mi experiencia era una de las malas en las que terminaba pensando que tal vez si era un sucio como todos decían y acababa llorando en la cama de un motel. Escuché su risita.
- sí, y me pegó por ello- me sonreí al imaginar la escena, para ese entonces ya había dejado de llorar, pero la posición me resultaba bastante cómoda como para deshacerme de ella- la gente dice que tu eres mi perdición, pero creo que es al revés…- note su tono de voz y como era apagado y culpable. Viéndolo como algo necesario, me despegue del su abrazo para encararlo.
- sabes que no es cierto Yunho, yo decidí hacer esto y ya hemos hablado que probablemente tenga que ver con ser igual a mis padres…- siempre éramos muy honestos el uno con el otro, no importaba lo duro que la charla fuera, así que de muchas inquietudes nos habíamos deshecho, o eso creía.
- no, escúchame…- me callo con su mirada suave de siempre, sus hermosos ojos que parecían delineados…- nosotros no somos iguales a nuestros padres, yo pensaba entes de conocerte que hacer lo correcto y lo que dicen los más grandes era lo que tenía que hacer, que la diversión podía esperar… me sentía muy solo y ni siquiera estaba consciente de ello, pero cuando te conocí, tu risa y tu compañía era lo mejor, entonces me dijeron que no podía estar contigo por lo que todos decían de ti…- sus manos apresaron mis hombros- y me di cuenta que no había nada de malo en estar contigo, si no lo contrario… entonces ahí aprendí la lección y empecé a tomar mis decisiones…
-Yunho- chille feliz al oír sus palabras, sintiendo algo a orgulloso de mí por haberle ayudado a él.
- este fin de semana hablaban tanto de esa boda- prosiguió
sin cambiar nuestras posiciones y evitando que yo escondiera mi cara en su
pecho otra vez-que por fin entendí que me alejarían de ti si me casaba… y no
quiero- mi corazón dio un saltito- hable con esa muchacha por segunda vez en
toda mi vida, de verdad no me importaría casarme si es por el bien de mi
familia y de la familia de ella, pero no está bien que piense así, es
egoísta-podía ver en sus ojos que no encontraba las palabras para darse a
entender- hoy minnie me dijo que te había soltado aquellas palabras pensando en
mis sentimientos, en lo difícil que era para mí tener que explicarte, lo que me
llevó a una revelación. Yo no había considerado tus sentimientos con respecto a
mi partida, ni la de mis amigos ni siquiera los de esa muchacha, caí de nuevo
en el juego de ser complaciente por el mero hecho de “hacer lo correcto”. Qué
tal si ella tiene alguien a quien ama y aun así la obligaran a casarse conmigo,
la haría infeliz a ella; a Junsu, a Yoochun y a Changmin, quienes preguntan
cuando me iré con tristeza en los ojos también; y por supuesto a ti, quien más
me quiere en todo el mundo- me sonrió, dejando que una de sus manos me acariciara
con ternura el rostro- y me hizo plantearme la pregunta de que tanto bien hace
esto… los únicos felices son mis padres y los de ella, quien sabe cuántas
personas más estemos hiriendo en el proceso… incluyéndome a mi…
-Yunho…- susurre su nombre en su oído, rodeando su cuello con mis brazos, en un nuevo y cálido abrazo- te quiero, así que permanece a mi lado…
-también te quiero-me susurró cerrando sus brazos en mi espalda- por eso no me casaré y me quedare contigo…
El sonido de su voz diciéndome esas palabras fue lo último que escuche esa noche. Me dormí entre sus brazos sintiendo como la tristeza que una vez estuvo en mi se marchaba con la noche. Sé que Yunho se quedó conmigo, siendo esa la primera vez que no llegaba a casa. No escuche ningún celular sonar, ni el mío ni el de él. Lo que me hizo plantearme la idea de que en el itinerario de Yunho yo había sido el último en enterarme de su decisión. Seguramente Yoochun lo sabía, porque si no hubiera llamado preguntando como estaba, al igual que mis otros dos amigos, y los padres de Yunho de inmediato hubiesen estado histéricos haciendo sonar mi contestador hablando por el paradero de su hijo y echándome la culpa de todo, pero como no sucedió solo me imagine que tal vez la “deshonra” de la desobediencia les había sido lo suficientemente grande como para no quererle ver la cara.
3 comentarios:
waaaaaaaaaaaaaaaa hermoso! Se larga a leer el siguiente :D
que bello yunho se quedo con jae sobre todas las cosas si lo quiere mas que a su novia y que ha sus padres jae es mas importante que todo y jae estará de lo mas feliz por elegirlo ha el me encanto
Pobre Jae que escucha todo lo que los demás dicen de el y por consecuencia de la falta de ellos. Que bueno que Yunho se queda con el a pesar de sus padres. Esta muy hermoso tu fic. Gracias.
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