Capitulo 5 Mi Hermano, mi Amigo.
Bueno… ¿Qué puedo decir? Este periodo de mi vida está
haciendo que me quede sin aliento; estoy sentado en una silla en medio de la
enfermería evitando que mi novio y mi mejor amigo se maten entre sí. La
enfermera comenzó por curar a Kaiba quien tenía un ojo cerrado debido al aruñón
que le dio Tristan antes, su cara, aunque llena de raspones parecería estar
bien, aunque por otro lado eso de estar escupiendo sangre me estaba poniendo
muy nervioso; al voltear a ver a mi amigo me di cuenta que él tenía bien
marcado un puñetazo en el rostro, era sin duda el que le dio primero Kaiba para
que me soltara, su nariz sangraba, se agarraba el estomago y parecía que su brazo
estaba mal, sin embargo ninguno de los dos parecía querer quitarse la vista de
encima, como si todavía estuvieran peleando mentalmente muy al estilo Dragón
ball.
La maestra se había ido a llamarle al director, debió
a que las heridas parecían graves, así hablaríamos ahí y los despacharía para
que ambos fueran al hospital. Eso era una ventaja, porque yo no sabría que
decir si me preguntaban mi solo lo que
pasó, estaba confiando mucho en que Kaiba nos sacara de esta situación… minutos
después llegaron las autoridades quitando un poco el pesado ambiente que había
en la sala.
- jóvenes- nos llamó a los tres- ¿quiero que me
expliquen el porqué de esta situación?- fue directo con el asunto, pero ninguno
parecía querer responder, me imagino que estábamos en el mismo dilema los tres-
joven Kaiba… me sorprende de usted…- le recalcó el director, ¡pero qué
cara#$&%s! ¡Solo por ser él, no tiene derecho a ser humano, enfadarse y
pelear como cualquiera!
- señor- dijo respetuosamente- esto es una simple explosión
de años de rivalidad- terminó la frase Kaiba lo más diplomáticamente posible,
pero en eso volteo a ver a Tristan quien le hizo una mueca en señal de una
clara frase que siempre decía “¡huy si, el señor perfecto!”, entonces él
frunció su nariz- … y el mono no puede soportar que este saliendo con la
persona que le gusta, es todo- y al diablo con la diplomacia…desde luego
Tristan se paro dispuesto a saltarle encima de nueva cuenta, pero el director
lo frenó con una mirada y la enfermara con la mano.
- no se con que trucos o mentiras pero estoy seguro
que no está contigo por gusto…- soltó mi amigo.
- ¡tú no sabes nada!- Kaiba perdió la compostura y
también se alebrestó- y si vuelves a querer pasarte de raya te vas a
arrepentir- sentencio, el director de nuevo se puso entre ellos, pero
parecía... ¿feliz?
- ya veo- dijo con tranquilidad- es problema de la
juventud- es desgraciado ¡se estaba divirtiendo con la situación!- solo riñas
de enamorados- comentó mientras daba pasos hacia nosotros- lo dejaré pasar esta
vez…- después nos miró a los tres- pero no quiero que se vuelva a repetir…
porque si no entonces si habrá consecuencias…- Kaiba Y Tristan se volvieron a
sus lugares resignándose a las palabras del director. Después se volvió hacia mí
y me quedé en shock ¿acaso se dio cuenta que era de mi de quien hablaban?- ¿y
usted que estaba haciendo ahí señor Wheeler?- me quedé de piedra, ¿Qué le
respondía?... lo bueno era que no sospechaba de mi siendo la pareja de Kaiba…
- pues yo…- balbucee como menso, ¿de verdad se me iba
a volver costumbre?
- el solo estaba ahí acompañando al mono…- dijo Kaiba-
a él no le pegué…- respondió por mí de nuevo mi “caballero pingüino”, valla, el
apodo se está alargando…
- bueno…- aceptó de inmediato- entonces, Kaiba y
Taylor están suspendidos por lo que queda de las clases y quiero que vallan a
revisarse al médico, Wheeler, regresa a tus clases- se dio media vuelta y le
dijo a la profesora que se encargara, pero antes de salir volvió a darse la
vuelta- que no se vuelva a repetir…- recordó. Por un momento estuve asustado de
que me obligaran a ponerme de lado de uno de los dos con versiones distintas
cada uno, que bueno que no fue así…
-Wheeler- me llamó la enfermera cuando terminó con
Tristan- ven aquí…- así que le obedecí; la maestra estaba distraída y mi amigo
y Kaiba seguían sin despegarse la mirada amenazante- ¿seguro que no te
golpearon?- le negué con la cabeza, pero ella me tomó el brazo justo donde mi
amigo me tenía apresado antes y me subió la manga- …te sobabas mucho tu brazo…-
me dijo viendo los moretones del apretón marcados- Qué curioso que ninguno
mencionara esto…- me ruborice al instante, la enfermera me había descubierto…
bueno, no sé que había descubierto, pero por lo menos ya no dijo nada más,
supongo que nos dio la oportunidad de dejarlo así…
Las cosas se hicieron como lo dictó el director y así
terminaron las clases, yo les conté a mis amigos de lo ocurrido, la verdad de
todo, y ellos se disculparon conmigo por no haber hecho nada por detener a
Tristan, pero qué más daba, ellos no sabían sobre sus intenciones, claro que
tuve que decirles que Kaiba era mi novio para que entendieran mejor, también
les recalqué el hecho de no decírselo a nadie más ni a Mokuba, dando las
razones que me dio Kaiba por supuesto. Antes de entrar al trabajo mande un
mensaje a Kaiba y Tristan preguntándoles como estaban; Tristan me dijo que
tenía el tabique desviado, un brazo roto y varios moretones, le prometí
explicarle lo mi con Kaiba cuando se calmara y no tuviera la actitud que había
tenido ahora, y me dijo que intentaría calmarse y me buscaría cuando así fuera;
en cambió Kaiba no me contestaba y eso me estaba preocupando mucho, y una sarta
de tontadas se me pasaron a la cabeza por haber visto tanto el doctor house…
pero a media tarde me respondió.
“estoy bien, tuerto, pero bien jaja… no te preocupes,
solo me lastimo un poco el ojo, en una semana estará bien, tengo una costilla
rota y moretones que por suerte no se ven”
Claro, su imagen es importante, me alegró mucho saber
eso, sol esperaba que no me estuviera minimizando el problema por orgulloso.
“¿Puedo verte hoy? Quiero asegurarme de que no estás
siendo el señor orgulloso” el respondí, la verdad es que también quiero darle
las gracias por haber llegado en ese momento, estaba en pánico por haber visto
aquella faceta de Tristan que no conocía, además… en verdad estaba preocupado.
You
got the wrong number…sorry… you got the wrong num…
“Estoy bien, en
serio. Además, hoy tu novio el “pingüino” no puede conducir su motocicleta y
tiene que trabajar por saltarse horas para ver al médico :(” es cierto,
olvidaba que es un empresario multimillonario muy ocupado… parece que las
desventajas ya empiezan a surgir en nuestra relación.
You
got the wrong number…sorry… you got the wrong num…
“Pero no te olvides que el domingo eres mío” que… ¿Qué
soy suyo?... ¡¿Qué soy suyo?! D..de …de que está hablando como que “suyo”, eso
sonó demasiado sugerente…
- ¿Joey estas bien?- me preguntó mi jefe y yo le
asentí con la cabeza- estas colorado…- dijo y se fue al almacén. Me imagino que
me puse de un color bastante llamativo después de leer eso… acaso espera que
nosotros… no, no, no, no, no, eso no es posible yo no recuerdo haberle dado una
razón para pensar que “eso” iba a pasar pronto, y menos el domingo, es más, ni
siquiera le he dado un solo beso y éste se quiere saltar al “postre”, méndigo
pingüino engreído y pervertido de mente cochambrosa... No, tranquilo Joey,
piensa como un Kaiba… si, a que puede referirse con eso… engreído, posesivo y
celoso, eso quiere decir que… ¡ha! Claro, el domingo pasado me dijo que
saldríamos…y yo yéndome por la tangente… creo que me afecto la plática que tuve
con Mokuba…
***
Estoy nervioso… y no es precisamente porque mañana
tengo una cita, no, de hecho, salir con Kaiba me hace sentir relajado y ansioso
a la vez ¡ja! ¡Joey Wheeler ansioso por salir con el mocoso mimado! Es de
antología... pero por lo que estoy nervioso es porque Tristan me ha dicho que
vendría a hablar conmigo, pero yo no voy a ser sincero con él, no puedo
contarle a alguien más lo de Mokuba, ya rompí mi promesa una vez y no lo quiero
volver a hacer… no sé si me va a creer, es más, aun no estoy seguro de lo que
le voy a decir.
Estuve hablando con Yugi y el me dijo que podía hacer
dos cosas, la primera, contarle una super mentirota tamaño jumbo donde le digo
que desde hace mucho estaba interesado en el pesado de Kaiba debido a mi
estupidez y mi constante deleite con sus sarcasmos, es decir, confesar que soy
un maldito masoquista al cual le gusta que le traten como perro para sentirse
querido, la otra, es decirle la media verdad, es decir, decirle que por culpa
de guardar un secreto, que de antemano le advertiré que no se lo revelaré, me
vi en la necesidad de hacerme su novio por azares del destino y pedirle que
confíe en mi, pero conociendo a Tristan ambas razones lo harían rabiar; con la
primera opción me sentiría mal conmigo mismo, en primera porque no es cierto,
pero también porque me ofendió con eso que dijo antes de que empezara la pelea
con Kaiba, y creo que se aferraría en que es pasajero, además, no tengo pruebas
de ello, creo que jamás mostré ningún mínimo interés romántico en él, solo
rivalidad, ¿me creería si le digo que del amor al odio hay un paso? No creo que
se fie de esta explicación, además el lo dijo en la enfermería “no se con que trucos o mentiras pero estoy
seguro que no está contigo por gusto…” creo que decirle esto solo
reforzaría su teoría. Pero con la segunda opción sería peor, se enfadaría aun
mas y me obligaría a terminar con Kaiba, pero yo no quiero, ni siquiera me
escucharía si le digo que es porque está empezando a gustarme… estoy seguro que
se aferraría más a tener una oportunidad conmigo…
¡Ese es dilema!
He estado pensando en ello muy detenidamente y elegí
la primera, aunque hiera totalmente mi orgullo, pero no quiero decirle que fue
desde hace mucho, más bien que fue hace poco, con todo lo que conocí de él,
pero lo que me gusta de él lo descubrí ya que fuimos novios. Ignoro cómo puedo
explicarme con él, ni siquiera sé cómo empezar…
-Joey…- es Tristan, es raro verlo que no entre por su
cuenta y me llame desde la puerta. Llegó la hora.
- hola- y ese soy yo el “elocuente”, no pensé que
fuera tan incomodo estar con él- pasa, ven vamos a mi habitación- le ofrecí,
pues antes ni siquiera necesitaba permiso para hacer eso, simplemente el
entraba a la casa e iba directamente a mi habitación, me siento triste por eso,
es como si hubiera perdido a un hermano, es difícil verlo tratarme como a un
extraño. Al llegar lo miré atentamente, con los moretones aun en su cara y el
brazo atado al cuello con una cinta y enyesado del codo a la mano- ¿ya no te
duele?- le pregunté.
- no, estoy bien, ese salvaje no es tan rudo- si como
no, los dos se hirieron como si no hubiera un mañana, pero supongo que no
soportaría perder contra seto Kaiba, es más ni a mí me gustaría eso, aun tengo
mi orgullo pese a todo, pero dudo querer pegarle en estos momentos. Fui
rápidamente por dos gaseosas al refrigerador, para literalmente enfriar el
asunto, pero en su mirada volví a notar sus intensiones, él estaba ansioso de
saber el porqué…- Joey…- me llamó lo más serio que jamás le vi- ¿sabes porque
estoy furioso?- supongo que porque se trata de Kaiba, es decir, yo sé que a él
es al que menos le agrada el ricachón, desde siempre, yo aprendí a tratarlo por
Mokuba, y porque no niego que algunas veces podía entender a la perfección sus
sentimientos en las batallas, pero Tristan no. Le asentí.
- ¿porque se trata de Seto Kaiba?- no es que dudara,
pero si esa era la verdadera razón necesitaba que me lo dijera directamente.
- si- lo sabía- pero también porque me lo escondiste,
porque no te diste cuenta de mis sentimientos y de los de él sí, porque aunque
sé que no has tenido experiencia, ¡amigo!, ¡ni siquiera habías tenido una novia
formal!- hey, no necesito que me recuerdes eso! A nadie le enorgullece a esta
edad ser un primerizo…- ¿sabías que no te hice saber antes mis sentimientos
porque si para ti era difícil aceptar a una chica pensé que sería peor si un
chico fuera el que se te declaraba?- eso tiene sentido, pero de hecho yo me
sentía sorprendido por aquellas personas que podían declarársele a alguien de
su mismo sexo, me sentía curioso porque no podía entender, me preguntaba “¿Por
qué ellos pueden sentir un amor tan fuerte que eso no importe y yo no puedo?”-
trate de protegerte siempre de mi mismo… de cuidarte siempre hasta que por fin
pudiera ver una oportunidad de entrar en tu corazón… pensé que tal vez poco a
poco podrías sentir lo que yo, porque somos tan cercanos y nadie parecía mover
tu corazón… estaba seguro que esa persona sería yo…- ¿Qué se supone que tengo
que decir a esto? El siempre ha estado viendo por mí, por mi felicidad, pero de
verdad, yo no lo sabía, yo solo sabía que él era mi hermano y ni siquiera me
cruzo jamás la idea de que algo más podía surgir de esto, lo que me hace sentir
peor es que no sé cómo debo consolarle, está sufriendo y eso me hace sentirme
igual. De pronto me tomó por los hombros y me sacudió, creo que sus emociones
estaban a flor de piel, es por eso que lo deje- ¿Por qué él Joey… porque él y
no yo?
¿Porque él…?
Porque fue un
accidente…
Porque fue el destino…
Porque él cambio…
O será porque su cara es como un poema cuando está
conmigo, cuando ríe después de hacerle un comentario rudo, porque me responde
cada vez que lo necesito, porque es insistente y constante, porque se preocupa
por mí y mi seguridad, porque es sincero, porque me conoce tanto que incluso si
solo le mando un mensaje sabe mi estado de ánimo sin tener que espiarme, porque
piensa también en mi opinión, porque no importa que animal tenga de apodo, de
sus labios sale con mucho cariño, porque no me dice “te amo” o “bésame” pero me
dice “te escucho” y ”ahí estaré”, porque
esta para salvarme, porque es un celoso, porque es todo, menos lo que dicen los
demás, porque sus ojos son los únicos que me hacen sentir nervioso, porque
intenta hacerme sentir mejor aunque no sea necesario hacerlo, porque me protege
de frio viento cuando estoy en su moto y porque cada noche no se le olvida
decirme “bunas noches” aunque sea yo quien le corte la llamada y no lo deje
hablar, lo mandará por un mensaje con un lindo kiu kiu al final…
- …no sé…- le respondí al fin y le me soltó
bruscamente- … si te pregunto lo mismo y te dijera ¿Por qué yo, porque me
escogiste a mí para que te gustara? ¿qué me responderías?- bajo la mirada, y la
volvió a subir rápidamente.
- te diría que tu sonrisa, tus palabras, que cuando
estoy contigo lo demás no importa…
-exacto…- lo interrumpí, pues pesé a todos los
inconvenientes que me sugiere estar con Kaiba, que la razón me dice que lastimo
a mis amigos con ello, cuando estoy con él, o hablo con él, todos desaparecen…-
tuve la oportunidad de conocer a Kaiba, al que se esconde tras esa seriedad,
los libros y su empresa, conocí al Kaiba que sonríe y que se preocupa, al que
me hace olvidarme de mis problemas y me hace parar de llorar…- parecía atónito
con mis palabras, supongo que no esperaba oír eso de mi, qué Kaiba me ha visto
llorar y que me ayuda, debe ser un shock saberlo- no puedo decirte como porque
no lo sé, pero él se abrió paso dentro de mi… y… y me gusta- ya son dos veces
que lo he dicho en voz alta, y aun no me acostumbro, aun siento como mis
mejillas arden al decirlo. Guardamos silencio unos minutos pues procesar ese
tipo de información incluso para una computadora sería difícil, como dije
antes, que Joey Wheeler sienta mariposas en el estomago por Seto Kaiba es
antinatural, pero los accidentes ocurren…
- entiendo…- lo dudo mi querido Tristan, pero finjamos
que así es- voy a respetar tu noviazgo con ese idiota… lo acepto porque pareces
feliz hablando de él… pero no prometo se amable, y si te hace algo te juro que
la pelea pasada va a ser un juego de niños comparada con la que se le puede
armar- me sonreí pues esto es un avance, intentara ser civilizado, pero no
pienso que Kaiba se la valla aponer fácil y más si se pone de arrogante y se
jacta de que sale con migo… en fin, veremos como sigue esto, pero por lo menos
se, que no he perdido a mi hermano.
- supongo que esa amenaza también va para ti
conociendo a Kaiba- le di un abrazo el cual correspondió con demasiada fuerza,
eso me hizo prensa que era terreno peligroso y me aleje- no quiero que Kaiba te
corte los brazos- le dije- aunque después de todo el me permitió que me
abrazaras…
- ¡¿permitió?! Y quien se cree ese para “permitirte” o
no las cosas- le di palmadas en el hombro.
- es muy celoso…- debo advertírselo, pero tampoco debe
aprovecharse- y espero que no te aproveches de eso, porque si haces que me arme
una escena Tristan Taylor, tu eres el que va a pagar las consecuencias- le dije
mientras le apuntaba con el dedo acusadoramente.
- está bien…- e hizo un puchero- ni siquiera me
dejarás divertirme con esto…¡qué mal!- me alegra ver al Tristan de siempre
parado frente a mi otra vez.
- entonces ¿somos amigos otra vez?- debo estar seguro.
- ¡claro que si! Somos compadres, jamás te abandonaría
y lo sabes- oír eso me alegra el día- bueno, debo irme- después de eso salió y
tomó rumbo hacia su casa, me despidió justo como Kaiba lo hacía con la mano,
sonreí idiotamente pensando en Kaiba otra vez… ¡enserio eso tiene que terminar!
¡No tengo 15!
Lo despedí con mano también y me dispuse a ir a mi
habitación, tenía que decirle a Kaiba lo feliz que estaba y que las cosas con
mi amigo ya estaba arregladas, yo se que seguirá con sus celos y enojos, pero
así nos sentiremos mejor en la cita que tendremos mañana, nuestra segunda cita…
***
Unas cuadras más adelante un Tristan paro de su marcha
y se recargó contra una pared…
- ¿Por qué… a quien entonces le puedo preguntar Joey…
quien me puede responder… porque él y no yo?- y todavía con su sonrisa en la
cara las lagrimas que le brotaban de los ojos comenzaron a humedecer sus
mejillas, con los puños apretados de la ira e impotencia y mordiéndose el labio
inferior para evitar soltar un sollozo.
La verdad es que había sido su culpa por no atreverse
a hablar cuando tuvo la oportunidad, por ser un cobarde y escudarse en excusas
para no atreverse, por pensar que el corazón del rubio jamás cambiaría, por
haber creído que el amor que él le profesaba era suficiente para los dos…
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